viernes, 13 de mayo de 2011

Con respecto a la toma del Pellegrini

En estos últimos días he estado atento a lo sucedido en la toma del colegio Carlos Pellegrini, y escuchando las distintas versiones del caso, he llegado a la conclusión de que, no se si todos llegamos a comprender lo que verdaderamente sucede.

Aquí hay un trasfondo político que llama la atención, ¿por qué? porque distintas agrupaciones usan a jóvenes de 13 a 17 años para hacer presiones políticas y entablar el conflicto social con el fin de sacar tajada a cada paso.

Es decir, en nombre de las supuestas democracia y libertad, usan, literalmente a menores de edad para su lucha por el poder.

¿Que ganan? 

Desestabilizar el orden y crear la situación de conflicto, para que allí se anide la dialéctica de tesis y antitesis; la síntesis ya no interesa, lo importante es contraponer partidas para obtener pequeños triunfos.

Lo paradójico es que hemos llegado a tal grado en la supuesta "democracia" que se utiliza menores para intereses políticos, y a estos se los adoctrina para quemar muñecos de personas (M. Macri), con la excusa de que es simplemente arte, además de romper vidrios a pedradas e incendiar lo que encuentran a su paso.

Lo más grave de todo esto es que los jóvenes de hoy son los adultos del mañana, y si no nos admiramos de esto por que nos resulta obvio, pensemos en lo que estamos creando, “educando”, pensemos qué mensaje damos como sociedad a los jóvenes de hoy, desde los medios de comunicación, desde el gobierno, desde la justicia, desde las instituciones en general, pero fundamentalmente desde el rol de padres y madres.

Me parece, y creo que no estoy solo, que es hora de recapacitar, es hora de empezar a cambiar los pequeños grandes mensajes que damos a los más jóvenes, a los que están entrando en la vida, a los que de una inocencia sin culpa se convierten en víctimas de los intereses de los demás.