No es mi intención transformar este espacio en un derrotero de pensamientos personales, frutos ellos de cansancios y fatigas, o de alegrías y felicidades. Pero a menudo esta Argentina que nos duele tanto no nos deja más que rendirnos a esas ganas de expresar sentimientos personales y momentáneos.
En fin, valga eso como introducción para contarles que hoy fui participe de la última sesión de una escuela de liderazgo que tengo la felicidad de llevar adelante con un grupo de amigos de verdad que viven y mueren por mi mismo ideal.
En esta oportunidad estuvimos reunidos con 81 jóvenes, que serán, la semana que viene, los graduados de esta escuela.
Quería contarles que hoy he recibido un empuje sin igual, hace tiempo que no sentía tanta satisfacción, y por qué, porque vi la cara de estos jóvenes llenas de entusiasmo y ganas, vi jóvenes que entendieron que hay cosas más importante que su egoísmo, jóvenes que quieren continuar este camino por la recuperación de la Argentina, de Rosario, de cada una de nuestras casas.
Si lo relacionan con la primera reflexión de este blog http://jovengeneracion.blogspot.com/2011/02/la-importancia-de-los-jovenes-en-la.html , entonces comprenderán mi alegría. Estamos trabajando en la formación de una nueva generación de jóvenes líderes que luche por mejorar las cosas, estamos cumpliendo el sueño por el cual arriesgamos hasta lo que no teníamos, estamos reanimando a la Argentina cansada.
Hoy se renovó en mí la esperanza, hoy una vez más Dios me ha susurrado muy suave al oído y me ha dicho "es posible".